Lo que aprendí en
el Sermón de hoy. Los Mandamientos y la piedad.
El rico y Lázaro. Tomado del Evangelio según San Lucas 16: 19-31
Una historia bien
conocida por muchos, que pone de manifiesto a quien adoramos o
rendimos culto.
De realizar una
encuesta, con la preguntas ¿a quien adoras? sin duda que la
respuesta automatica seria: Dios, ¡por supuesto!
-Bien, ¿conoces sus
mandamientos?
-Un poco.
-¿Podrias hablarme
un poco sobre tu aplicación del Quinto Mandamiento?
-Bueno... este... Yo
no hago mal a nadie, nunca he matado.
Sabias que en el
Quinto Mandamiento: “No mataras” Dios
no solo prohíbe hacer daño al prójimo, decir o hacer cosa alguna que le amargue o le acorte la vida, sino que le ayudemos y hagamos
prosperar en todas las necesidades de su vida. (“Todo
él que odia a su hermano es un asesino.” 1Juan 3:15, Mateo
5:21-22).
En la historia de hoy, vemos al hombre rico disfrutando con un
esplendor ostentoso, en contraste con la pobreza y condición
miserable de Lazaro, esperando las migajas que pudieran caer de la
mesa.
El hombre rico, olvido que todo lo que llegó a ser y poseer, fue por
que Dios permitio que así fuera.
Este hombre tambien podria justificarse a si mismo diciendo, “Las
riquezas no son malas, yo no he matado a nadie” (Por supuesto que
las riquezas no son malas, en La Biblia encontramos algunos casos,
por ejemplo Abraham, El Padre de la Fe) Si los bienes se convierten
en el centro y razón de vida, es el problema.
Aconteció que
Lazaro y el rico mueren y ante la presencia de Dios, Quien podrá
justificarse?
Lo que atesoramos en
esta vida, tendrá valor ante su presencia? Donde queda?
El hombre (ya no tan
rico) clama de misericordia, -manda a Lazaro que moje la punta de su
dedo y refresque mis labios. Petición negada, -no se puede.
Insiste de nuevo ya
no por él, ahora por sus 5 hermanos. Respuesta: Tienen la Palabra
de Dios, oiganla. La egolatria del ser humano le impide ver o
apreciar la misericordia y piedad de Dios en el sacrificio y
resurrección de Cristo.
Ahora estamos bajo
la Gracia de Dios, En Cristo tu inversión celestial es segura. Que
Dios te permita ver y ayudar a quienes tienen necesidad de piedad y
misericordia.