domingo, 28 de septiembre de 2014

I Jornada de Evangelismo Infantil

Jesús tomó a un niño y lo puso junto a sí, y les dijo cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mi me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió.   Mateo 9:47-48

I JORNADA DE EVANGELISMO INFANTIL.

El día sábado, 27 se realizó en La Misión La Epifanía, en el estado Barinas, el Taller de Obras Sociales de la Iglesia Luterana, bajo la Coordinación de la hermana: Sandra Lopez, como es costumbre en las actividades que realiza la Misión asistieron algunos adultos, y un grupo numeroso de jovencitos y preadolescentes acompañados de sus hermanitos y sobrinos mas pequeños. ¿Que hacer? Las obras sociales son responsabilidad de personas adultas y el contenido del taller no era para los niños.

Con mucha sabiduría la hermana Sandra solicitó que atendiera los mas pequeñines, (de 2 años en adelante) mientras ella desarrollaba el programa planificado.

Por un momento me pregunté: ¿Que habría hecho Jesús por estos niños? Les confieso que sentí compasión porque la realidad de la mayoría de los jovencitos que asisten a nuestra Misión es que tienen la responsabilidad de una persona adulta para con sus hermanitos y sobrinos mas pequeños.

Así que cantamos el amor de Dios, les hablé del amor de Jesús por cada uno de ellos, y les pregunté: Ustedes me acompañarían por la comunidad y estarían dispuestos a decirles a las personas que encontremos, lo que han aprendido, la respuesta fue un siiiiii, Tomamos los folletos de Cristo para todas las naciones, “Logrando el perdón”, Tomé de la mano a los pequeñines, la cámara y salimos.

Resultado: Sorprendente para mi y para las personas que recibían de los niños la buena noticia de salvación: ¡Señor, Señora Cristo le ama y le ofrece el perdón, la salvación y vida eterna. Dios le bendiga!

Algunos niños al pasar por sus casas entregaron el folleto a sus padres, era como si les dijeran: Estoy haciendo algo muy importante.



De estos niños recibí una gran lección, con cuanta emoción compartían y la competencia por ser los primeros en dar el mensaje, aún cuando  ya habían entregado su folleto. Con razón Jesús nos da a un niño como ejemplo.

Finalizamos la jornada con un refrigerio y dando gracias a Dios y en mi corazón ruego que nos vuelva como niños en la relación con él.

                                                                     Luz de Ernst.





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