Lo que
aprendí en el sermón de hoy. Juan 3:1-15
Nicodemo: Un hombre
importante entre los judios, Fariseo, conocedor de Las Sagradas
Escrituras, va a Jesús de noche.
Nicodemo reconoce la
obra y enseñanza de Jesús como de parte de Dios, por tanto le
llama: Maestro.
Hoy día existen
muchos Nicodemo que reconocen y admiran en Las Sagradas Escrituras
algunas porciones de su mensaje, sin embargo al igual que Nicodemo,
la naturaleza humana por si misma no puede entender la transcendencia
espiritual del mensaje de salvación dado por Dios en Cristo.
Cristo le dice: “Es
necesario nacer de nuevo”, Nicodemo extrañado: -¿Como es esto
posible?
Cristo le hace
referencia al nuevo nacimiento de agua y del Espíritu (El Santo
Bautismo)
La razón o el
intelecto humano no puede entender los misterios de Dios. Es
necesario la obra del Espíritu Santo, que revela en Cristo la
naturaleza del Padre.
Cristo hace
referencia a su naturaleza humana (nacido de la Virgen María) como
el Hijo del Hombre que descendió y está en el cielo, y así como
Moises levantó la serpiente para sanidad del Pueblo de Dios, así es
necesario que el Hijo del Hombre sea levantado (en la Cruz) para
salvación de todo aquel que en El cree.
Entonces admirar las
enseñanzas de Jesús, no es suficiente, Cristo es Dios. Obrando por
y para nuestra salvación.
“Asi que Señor es
el Padre, Señor es el Hijo, Señor es el Espíritu Santo” Credo
de Atanasio.
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